miércoles, 28 de febrero de 2007

Me duele



¡Cuánto sufren aquellos que están separados del amor por un
imposible: por el pasado!

Ender. El portavoz.

Me cuesta y me duele olvidar. Lo tengo todo, absolutamente todo, para ser feliz, y sin embargo, sigue doliéndome el corazón, sigue oprimiéndome el pecho...



Hoy he visto una de sus fotos junto a la persona que ocupa hoy su tiempo y por mucho que me empeñe en negarlo me ha dolido.



Quiero creer que se trata de un simple acto reflejo, algo a lo que uno está tan sumamente acostumbrado que sin quererlo reacciona de esa forma.



Cuando uno tiene todos los ingredientes para construir una vida plagada de felicidad, de sonrisas, de buenos momentos, seguramente será el miedo a ser feliz el que lo ata a una vida de sinsabores, de desdicha, de dolor...



Pero realmente la vida sigue y surgen nuevos inconvenientes, nuevos problemas a los que hacer frente que harán que tarde o temprano, ese acto reflejo termine por desaparecer del todo, y será en ese mismo instante cuando pueda mirar atrás orgulloso y decirle a todo el mundo que te he olvidado.

sábado, 24 de febrero de 2007

Espejismo

- No puedo olvidarla...
- Si que puedes, tu problema es que todavía no estás preparado.
- ¡Pero por qué! Ha pasado mucho tiempo... ya demasiado.
- Estarás preparado cuando entiendas que es una página de tu pasado y que todo aquello con lo que sueñas nada tiene que ver ya con ella.

Diálogos perdidos. Ender. Año 3000/02


Dicen que vivir una verdadera historia de amor es sencillamente un regalo del cielo. Algo por lo que merece la pena dar la vida. Pero, ¿cómo saber si esa historia ha terminado? Escucho los ecos de un cantar antiguo ya que me recuerdan tiempos mejores, donde las sonrisas no migraban de mi rostro, cuando las lágrimas jamás brotaban.

Pero realmente no son más que ilusiones deformadas. La realidad de antaño fue muy distinta. No siempre sonreía, no siempre era feliz y buena prueba de ello es que un buen día decidí dejarlo todo.

El tiempo ayuda a olvidar muchas cosas, pero por desgracia, en mi caso tiendo a olvidar primero las malas dejando los reflejos de las buenas exclusivamente. Y así, movido por estas ilusiones, vago en los días soñando volver atrás, recuperar todo aquello que decidí perder.

De lo que no soy capaz de darme cuenta es que en esos sueños que me susurran sonrisas al viento y días felices, el protagonista no es el eco del pasado sino más bien la crisálida de un futuro que todavía está por conocer.

martes, 20 de febrero de 2007

Eternidad


- ¿Me quieres... verdad?
- Sí, y lo voy a hacer siempre.
- ¿Siempre? ¿Cuando termina siempre?
- ...

Diálogos de amor y soledad. 1999-01



Elena nunca había pensado en la eternidad, pero esa misma mañana despertó con la idea rondándole la cabeza. ¿Cuándo se terminan las cosas? La amistad, el amor, la vida... todas empiezan y quizá sea por eso, inexorablemente, acaban.


Se desperezó y medio en sueños todavía se dirigió hacia el baño. Por su ventana los ténues reflejos de un nuevo día iluminaban su habitación.


Durante el día, Elena fue analizando y reflexionando sobre esa idea que recorría una y otra vez sus pensamientos. No se daba cuenta que desde hacía ya mucho conocía la respuesta a ese interrogante: "las cosas se terminan justo en el momento en el que acaban; ni un segundo antes, ni uno después".


El mirar hacia atrás pensando en qué se podría haber hecho para cambiar algo es tan inútil como el miedo que se siente por perder algo que se tiene. Pasamos la vida sin vivir el segundo que tenemos, preocupados por fantasmas del pasado y por los demonios que están por venir...

Al acabar el día y volver a casa, Elena dejó a un lado todas esas preocupaciones... cogió una manta y se enrolló en ella. Tal vez, pensó, lo que verdaderamente hace hermosas las cosas es que un buen día dejarán de existir.

sábado, 17 de febrero de 2007

Prólogo

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"
Antonio Machado

Cada una de las cosas que hacemos, queramos o no, tiene un supuesto fin. Y es este fin lo que les dota de humanidad. Los cuentos son eso: simples cuentos, por eso no hay que darle más veracidad a lo que aquí se cuenta que la que debe tener.

Algunos, quizás por casualidad, se sientan aludidos, tal vez hasta identificados... pero esto no es más que la misma casualidad que hace que las vidas de los seres humanos se entrelacen tejiendo una telaraña de proporciones inconmensurables.

Es, por lo tanto, libertad del lector el decidir si toma como ciertas las historias que aquí se cuentan y, en consecuencia, asimilarlas de la forma que le plazca.

Hoy nace esta historia para ser contada y transmitida. Utilizando un símil humano, hoy ha nacido el pequeño bebé, tierno, inocente pero débil y quebradizo que con tiempo y cariño terminará transformándose en la persona fuerte, decidida y libre capaz de emprender el viaje hacia lo desconocido.