lunes, 15 de octubre de 2007

Futuros


Flames to Dust, Lovers to Friends...


Huele a mojado.

Miro a través de la ventana y veo como las gotas rebotan contra los tejados. Ha llegado el Otoño, el siempre triste Otoño.

Recuerdo sus ojos, enrojecidos por las lágrimas, mirándome directamente al corazón, suplicandome un explicación que no era capaz de dar. Recuerdo su boca, temblorosa, hablando de cosas como asumir, entender, seguir hacia adelante.

Recuerdo mis propias lágrimas brotando de lo más profundo de mi corazón, mi desesperación ante lo inevitable...

Recuerdo sus manos, sus dulces manos posándose sobre las mías, tratando de transmitirme aquello que jamás brotó entre nosotros.

El amor, si alguna vez existió, se había evaporado como si de una pequeña gota de lluvia se tratase.

Lluvia, sigo mirando por la ventana, sigo aquí, este es mi presente, sin ella, sin sus sonrisas ni sus enfados, sin sus miradas, sin sus caricias, sin su comprensión.

Nunca podré agradecerle lo suficiente lo que fue capaz de enseñarme: fue capaz de volver a hacerme creer en la bondad de las personas.

No hay comentarios: